En fin, volviendo al lío, aquí un pequeño resumen; Los toriis son unos arcos tradicionales japoneses que delimitan el espacio sagrado del profano en los templos sintoístas. Tienen su orígen en el antiguo Japón, y se consideran un elemento importante e indispensable en cualquier templo de culto sintoísta. En Nara, por ejemplo, hay varios templos sintoístas conectados por miles de ellos. Están dispuestos de forma contigua, construyendo así un bonito pasadizo que ameniza la travesía hasta el siguiente templo (y te da la sombra!):
Además, este bonito santuario está dedicado a Inari, el dios del arroz. Se puede identificar fácilmente por los dos zorros (mensajeros de Inari) que custodian el torii de la entrada del templo:
No obstante, el más impresionante de todos los toriis se encuentra en la isla de Miyajima. De hecho, está considerado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Es también uno de los más grandes de Japón, y custodia un espectacular templo sintoísta. Se encuentra en la orilla de la isla, indicando así su carácter sagrado. Es tan sagrado que antiguamente estaba prohibido nacer o morir (literalmente!) por lo que se prohibía la entrada a mujeres embarazadas y se evacuaban los ancianos a toda costa. Por suerte, ahora son algo más permisivos....
Por último, y como parte esencial de todo buen templo que se precie, también podemos echar una ojeada a sus cementerios. A mi parecer, tienen un encanto especial. Cada difunto tiene asignado un pequeño altar, como una especie de mausoleo que está entronado por uno o varios 'mini toriis' que lo custodian. Otra vez, se utilizan como símbolo que marca lo humano de lo divino:
Por eso, si vais a Japón y estáis por la prefectura de Kyoto, el templo de Fushimi Inari es de obligada visita. De igual forma, si vuestro itinerario pasa por Hiroshima (otra bonita ciudad altamente recomendable), guardad una tarde para visitar Miyajima y su espectacular templo sintoísta, uno de los lugares más bonitos de Japón.
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